martes, 14 de abril de 2009

El colera

El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados por la bacteria Vibrio cholerae.
Tiene un periodo de incubación corto, entre menos de un día y cinco días, y la bacteria produce una enterotoxina que causa una diarrea copiosa, indolora y acuosa que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave y a la muerte si no se trata prontamente. La mayor parte de los pacientes sufren también vómitos.
La mayoría de los infectados por V. cholerae no caen enfermos, pero la bacteria está presente en sus heces durante 7-14 días. Cuando la enfermedad se manifiesta, alrededor del 80%-90% de los episodios tienen carácter leve o moderado y son difíciles de distinguir clínicamente de otras formas de diarrea aguda. Menos del 20% de los enfermos desarrollan el cuadro típico de cólera con signos de deshidratación moderada o grave.

El cólera representa aún una amenaza mundial y es un indicador fundamental del grado de desarrollo social. Si bien no supone una amenaza para los países que garantizan una mínima higiene, la enfermedad sigue siendo un reto para los países que no pueden asegurar el acceso a agua potable y un saneamiento adecuado. Casi todos los países en desarrollo tienen que hacer frente a brotes de cólera o a la amenaza de una epidemia de la enfermedad.

Abastecimiento de agua y saneamiento

El cólera se transmite generalmente por agua o alimentos contaminados con materia fecal. Pueden aparecer brotes esporádicos en cualquier parte del mundo en donde el abastecimiento de agua, el saneamiento, la inocuidad de los alimentos y la higiene sean insuficientes. La OMS recomienda mejorar el abastecimiento de agua y el saneamiento como medida más sostenible para proteger a las poblaciones del cólera y otras enfermedades diarreicas epidémicas transmitidas por el agua. Sin embargo, este planteamiento no es realista para las numerosas poblaciones pobres más afectadas por el cólera.
Hay otras medidas que pueden mitigar los brotes y reducir las tasas de letalidad, muchas de las cuales se prestan a la participación comunitaria. Los comportamientos humanos relacionados con la higiene personal y la preparación de alimentos contribuyen en gran medida a la aparición y la gravedad de los brotes.
Por tanto, la educación sanitaria orientada a modificar los comportamientos es un importante componente de la prevención y el control del cólera.


Vacunas

La OMS está estudiando el uso de nuevos instrumentos para complementar las medidas recomendadas tradicionalmente en la lucha contra el cólera. Se dispone de vacunas anticoléricas orales inocuas y eficaces para la población general y el personal sanitario, y se está investigando el papel de la vacunación masiva como estrategia de salud pública orientada a proteger a las poblaciones en situación de riesgo. Se están tratando cuestiones como la logística, los costes, los cronogramas, la capacidad de producción de vacunas y los criterios de uso de la vacunación masiva para contener y prevenir los brotes.

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